Poema de Lilly Reiss
- Lilly Reiss
- 13 ago 2017
- 1 Min. de lectura

En una banca de aquella esquina,
ella toma asiento,
con su vida entre las manos,
con un espejo para no olvidar quién es,
con una rosa príncipe negro, solo para recordar.
Con aquella melodía que más de una vez la salvó,
mientras la memoria pretendía matarla.
En aquel espacio,
donde se toman las decisiones
y el destino se encuentra rezando,
vamos dejando tiempos, hojas en blanco.
Ella ya no tiene el lagrimal goloso,
y eso le agrada al Señor.
Se lleva a la nada dentro de los bolsillos,
un corazón que aún late,
y algunos poemas inconclusos,
personajes que la persiguen
y se ocultan,
en la boina de la suerte.
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