Poema Lilly Reiss
- Lilly Reiss
- 10 ago 2017
- 1 Min. de lectura

Los retazos del tiempo, sirven para tapar los huecos del cielo.
Para distraer a la piel, que sufre de melancolía cada abril.
Al final sobran tantas cosas. Espacios, pensamientos consentidos, miradas extraviadas que no saben al final donde mirar...
Ecos del alma, olores que persisten en ahogar a la memoria.
Sueños repetitivos, cafés descafeinados para atontar a esta gastritis que no decide abandonarme.
Rosas que trascienden los sentidos, mariposas imaginarias, la lila siempre real.
Sobran versos... sobran abrazos... sobran conversaciones en los balcones de los ángeles.
A las orillas del crepúsculo, se siembran las hortensias azules y yo agradezco por eso.
Todos van transitando entre los espejos de sus propios caminos, con o sin el consentimiento de los azares.
Con sus dolores, con sus deseos, con sus amores, con sus reencuentros, con sus risas, con lo vivido, con los olvidos, con los brazos extendidos, con los laberintos que cada uno se impone, en los deleites de la vida misma.
¡Silencios, cómplices del andar!
Con la frase de Oscar Wilde, entre los pasos..." Solo para locos, la entrada cuesta la razón..."
Y así vamos girando y girando... simplemente girando.
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